1. Mezcla 1 taza de azúcar, la mantequilla, el ponche de huevo (eggnog), la vainilla, el extracto de caramelo de menta y el huevo dentro de un recipiente redondo grande. Añade la harina, el polvo para hornear y la sal. Divide la masa en dos partes. Vierte el colorante para comidas a una mitad de la masa y revuelve. Cubre y refrigera por 4 horas por lo menos.
2. Coloca el horno a 375º F
3. Mezcla el caramelo de menta y 2 cucharadas de azúcar. Coloca a un lado.
4. Para lograr cada bastón, moldea una cucharadita colmada de masa de cada una de las masas divididas, logrando una cuerda de 4 pulgadas al rodarlas de arriba hacia abajo sobre una superficie enharinada. Coloca una cuerda roja y una blanca lado a lado. Suavemente júntalas y retuércelas. No importa si se rompen las cuerdas. Podrás colocarlas en posición cuando las pases a la lámina para hornear cubierta con papel de pergamino. Con cuidado dobla la parte de arriba de la masa de galleta para lograr el mango del bastón.
5. Hornea por 10 a 12 minutos o hasta que se fijen y doren levemente.  Inmediatamente espolvorea la mezcla de caramelo de menta sobre las galletas. Retira las galletas de la lámina y colócalas sobre una parrilla. Permite que se enfríen completamente por unos 30 minutos.

Consejos para hornear

Recomendamos usar las láminas para hornear galletas de textura pulida y pesadas con   lados o sin ellos. Con los utensilios de metal se logra dorar las galletas más parejamente que si se usan recipientes para hornear de vidrio. Evita usar las láminas oscuras o negras para hornear galletas. Las láminas térmicas tienden a producir galletas pálidas con centros suaves, y si horneas las galletas hasta que queden marrones por debajo, el resto de la galleta podría quedar muy seca. Las láminas baratas no transmiten bien el  calor ni tampoco uniformemente y también estas láminas que cuestan poco hasta se comban a temperaturas altas.

Mezclar la masa de galleta demasiado hace que le entre mucho aire a la masa haciendo que las galletas entonces queden muy planas y muy anchas. Siempre lee y sigue las instrucciones de la receta al pie de la letra.

La mayoría de las recetas de galletas piden usar harina de todo uso. Poco a poco mide la harina usando una cuchara y colócala dentro de una taza de medir seca y luego nivela la harina usando un cuchillo. No tamices la harina si no lo pide la receta.